¡Hola Cusco! Un placer conocernos
Mi primera vez en esta ciudad fue en Septiembre del 2022. Llegamos con mi novio al aeropuerto después de un vuelo de una hora desde Lima, que hicimos con Latam, donde todo el camino se veía la cordillera, una preciosura realmente.
Apenas aterrizamos me sentí medio mareada, se ve que ya se notaba la altura. Nos tomamos un taxi desde el aeropuerto hasta la Avenida de la Cultura, donde estaba nuestro alojamiento, que nos salió 30 soles (unos 7,50 usd, bastante caro) y una vez que llegamos nos costó mucho encontrarlo porque no tenía ningún cartel. La habitación estaba super bien, ubicada a unos 25 minutos a pie de la Plaza de armas.
Lo primero que hicimos fue descansar , realmente la altura me estaba afectando. Y no solo a mí, porque me di cuenta que mis cremas no paraban de erupcionar su contenido, era una locura.
A la noche nos fuimos caminando a la Plaza de armas y comimos en una casa de comida china, el típico Chifa (fusión peruana-china), bueno, bonito y barato. Pero antes nos encargamos de recorrer el centro para ver las opciones de excursiones que nos ofrecían, y nos decidimos por la Laguna Humantay.
Laguna Humantay
Nos buscaron 4:30 am (mamita), y tuvimos un viaje de una hora y media, casi dos horas, hasta llegar a donde nos servían el desayuno. De ahí, seguimos viaje otra hora y media hasta la base de la caminata. Les digo que la altura se seguía sintiendo.
Nos dieron bastones, y emprendimos la caminata con nuestro guía Xavi. En la base de la montaña alquilan caballos para hacer la subida, y cuestan 80 soles (unos 20 usd), pero nosotros seguimos nuestro camino a pie.
¿Cómo les explico lo que me faltaba el aire? Nunca había sentido algo así. Se ve que eso es literalmente el típico soroche, el mal de alturas. Sentía que el corazón latía a un ritmo inexplicable y que se me iba a salir del cuerpo (¿exagerada, yo?), así que tenía que parar cada tanto para poder serenarme, respirar, y reponerme.
La subida nos llevó una hora y media, y digo subida porque la base de la montaña está a 3900 mtsnm pero la laguna en sí está a 4200. La distancia es de 3 km, una papita, pero hacerla en subida les juro que lo complica todo. Si van por primera vez, les recomiendo que lleven hojas de coca y no hagan como nosotros que fuimos sin nada.
La laguna es una preciosura, y realmente se siente como una victoria después de haber sentido el soroche todo el camino. El paisaje en sí nos hizo acordar bastante a nuestro sur argentino, llego de lagos y montañas.
Emprendimos la bajada después de quedarnos unos 40 minutos en la laguna, y tardamos una hora aproximadamente. Subimos de nuevo a la misma van que nos había llevado, y fuimos al lugar donde habíamos desayunado para poder almorzar. Panza llena, corazón contento, pegamos la vuelta casi sin parar y llegamos tipo 17 hs a la ciudad de Cusco.
Esta excursión nos salió 75 soles después de pelear un poco el precio en el centro, y pagamos una entrada de 10 soles cada uno que te piden en la misma van.
Valle Sagrado
El segundo tour que hicimos fue una preciosura. Arrancamos 6:30, que nos pasaron a buscar, y emprendimos viaje a Chinchero, donde hicimos una parada para que las lugareñas nos contaran cómo obtienen la lana, cómo la tiñen con recursos naturales, y viéramos todos los productos hermosos que saben hacer y son su trabajo. Desde ahí fuimos caminando al centro de Chinchero y pudimos ver lo extenso que era, y sentir la calidad fresca del aire puro.
Volvimos a la van y fuimos hasta un mirador desde donde se podía ver gran parte del Valle y del río Vilcanota, que los Incas consideraban sagrado porque lo veían como la contraparte terrestre de la Vía Láctea.
Seguimos nuestro camino hasta las Salineras de Maras, donde no solo pudimos apreciar la perfección del trabajo que hacen, sino también comprar sus productos en un almacén bastante grande donde venden de todo. Nos explicaron todo el proceso de la sal, cómo el agua salada baja de la montaña por un hueco mínimo que logra distribuirse en toda la salinera. Hoy en día es una empresa compuesta por un montón de familias, cada una dueña de una o más parcelas de sal, responsables de trabajarla y mantenerla. Son ellos quienes cobran una entrada por el ingreso, que son 10 soles por persona.
Después hicimos una parada muy necesaria para llenar nuestras pancitas en un lugar que ofrecía almuerzo buffet y era realmente grande, con muchísimas opciones. ¡Comimos espectacular!
Finalizamos en el pueblo de Pisaq, en una joyería donde nos mostraron una infinidad de piedras (Perú es muuuy rico en minerales) y nos contaron sus significados, además de demostrar con una máquina la cantidad de energía que poseían. ¿Que si me compré piedras? ¡Obvio!
Retornamos a la ciudad de Cusco a eso de las 19 hs, y nos dejaron en un restaurante de la calle Plateros, donde comimos super bien un menú con sopa, plato principal, postre y bebida, por 25 soles, Andean Grill.
Este tour también nos salió 75 soles a cada uno, y para hacerlo tuvimos que pagar 70 soles por persona por una entrada parcial. Este es un costo que suma la Municipalidad de Cusco para algunas excursiones, y te sirve para hacer otras como el City Tour, o la entrada a algunos museos. La entrada parcial dura uno o dos días continuos, y la general una semana o diez días y sale 130.
La vida en Cusco
El resto de los días nos los tomamos más tranquilos, no queríamos saber más nada con la altura ni con madrugar tanto. Un día hicimos el Free walking tour que recomiendo muchísimo, con Richard que sabía una barbaridad de la ciudad y nos contó todas sus historias.
Ahí conocimos, por ejemplo, el mercado De San Pedro, donde volvimos unos días después para tomar unos jugos deliciosos por 7 soles, aunque se consigue de todo, hasta almuerzos completos por 6 soles por persona.
Otro día subimos al Cristo blanco, que es un mirador gratuito del que se ve toooodo Cusco, pero debo decirles que la subida es larga porque son muchos escalones. Fuimos al atardecer y la ciudad se veía preciosa, aunque ya se empezaba a sentir un poquito el frío con la caída del sol.
Un lugar para que vayan a comer o tomar algo es Limbus resto bar, que está en el barrio de San Blas (muy bonito para recorrer) y tiene unas vistas preciosas de la ciudad, y no hay que subir tanto como para ir al Cristo. Aunque es un poco más caro que la media.
Otro lugar al que fuimos a comer y beber fue a La Fábrica, porque novio quería ver los partidos de talleres y ahí pasan de todo, porque es un bar de deportes.
En total estuvimos 6 noches en Cusco, interrumpidas por nuestra ida a Machu Picchu entre medio. Si están con tiempo, es una buena cantidad de días porque alcanza para todo, incluso para la Montaña de 7 colores que nosotros no hicimos porque no teníamos más ganas de subir (está a 5200 metros). Pero si están cortos de tiempo, quizás con 4 ó 5 noches les alcance más que suficiente.